
Nos vamos de viaje, a pasar nuestras vacaciones estivales y uno de nuestros compañeros del mismo es nuestra mascota. Este viaje se puede tornar en un gran horror tanto para nosotros como para nuestro animal de compañía. Así vamos a daros unas recomendaciones, para que esto no pase.
Lo primero que debemos tener en cuenta que él también tiene su equipaje, con lo que deberemos incluir su comida, medicamentos, juguetes y demás objetos que necesite, para favorecer su comodidad.
No podemos llevar el perro con la cabeza fuera de la ventana y su lengua al viento, y menos encima del conductor. Se debe transportar con un transportador para su mayor comodidad y nuestra y su seguridad, que sea apropiado para sus características de peso, tamaño. Y para evitar “sustos” como vómitos, nervios y mareos, es aconsejable realizar el viaje a primeras horas del día y con el animal en ayunas.
El perro no pondrá problemas a ir en ayunas durante el viaje, pero si te pondrá pegas a eso de no beber agua, con lo que es conveniente llevar sus cuencos o elementos cóncavos donde pueda beber el líquido elemento, en todas las paradas que realicemos para descansar, refrescarnos o comer algo. Además aprovecharemos estas paradas en la carretera para hacerlo ejercitarse y hacerle más llevadero a nuestro amigo el viaje.
Si en esa área de descanso que has decidido para no permiten el paso de mascotas al interior de sus instalaciones y debes dejarla en el coche, acuérdate de dejar la ventana abierta una “rajita” para que le entre aire.